Uno de los expedicionarios que llegaron junto a Fidel desde México en la embarcación Granma. Líder de la revolución y fiel al régimen.
Historias verídicas cubanas – El último carnaval cap 12 pag. 379
Obviamente la cabeza del Estado Mayor intentaría por todos los medios echar tierra sobre lo ocurrido. Al menos esas fueron las órdenes primeras de Fidel: se debía cortar con la noticia, ahogarla antes de que se extendiera. Pero no sería tan fácil, la verdad es que estaba toda la columna número 2 de Camilo dispuesta a sublevarse si se enteraba de que su jefe no había sobrevivido. Ese fue el gran reto que tuvo que afrontar el negro Almeida, fiel aliado de los Castro, y próximo en sucesión de mando en la ausencia de Fidel, Camilo y Raúl. Pero ¿cómo se las arreglaría el negro para que esa gente que amaba a Camilo olvidara lo sucedido? ¿Qué podía decir para dejar a Raúl limpio, ante los ojos de la tropa después de lo que hizo? Si numerosos testigos lo habían visto elevar el cañón del arma sobre el cuerpo de Camilo con intenciones de matarlo.