Mártir de la revolución. Joven distinguido en la lucha contra Batista, llamado cariñosamente Tony.
Historias verídicas cubanas – La Cabaña cap 14 pag. 507
Y así pasaban su cautiverio: amontonados dentro de aquel hueco sombrío, en chanclas, con una suciedad y un ansia acumulada; siempre curiosos y atentos a lo que acontezca tras de los barrotes. De pronto pudieron oír el inconfundible estruendo de las frías y pesadas rejas, e inmediatamente la atención de todo el mundo se enfocó en dos nuevos muchachos que llegaron detenidos. El creciente murmullo de voces comenzó a retumbar en los altos muros de la lúgubre fortaleza. Se rumoreaba que eran milicianos que habían peleado en el Escambray del lado de la revolución hasta el final de la guerra. Ambos, eran también menores de edad. Se trataba de un chico al que le decían Huguito Rodríguez, y otro llamado Antonio Chao Flores. Este último era un muchacho apuesto, de rasgos principescos, tenía cabellos rubios peinados con raya al costado y ojitos azules. Su bello rostro estaba iluminado por una extraña sonrisa, la cual realzaba aún más sus rasgos de nobleza; acaso asumía que no podrían con él, que finalmente se transformaría en la piedra en el zapato de Fidel ¡Cuán equivocado estaba! Si habían podido contra Camilo, cuanto más fácil les sería acabar con todos los demás «Camilos» que aún viviesen.